lunes, 2 de septiembre de 2013

¿Cuál es el secreto de “La vida secreta de las palabras”?*


¿Cuál es el secreto de “La vida secreta de las palabras”?*
                                                                                                    Elvira María Dianno
                                                                                                    Miembro EOL-AMP

 

*Comentario realizado en ocasión de la apertura del 6to Ciclo de Cine aplicado al Psicoanálisis  la EOL, Buenos Aires 30/08/2013

 

 “La vida secreta de las palabras”, film de Isabel Coixet, (2008, España), producida por Agustín y Pedro Almodóvar  ofrece muchas puertas de acceso que, a un desprevenido espectador, pueden pasar inadvertidas.

Vayamos al film: una historia de amor de dos sobrevivientes, Hanna del horror de las torturas de una guerra, Joseph de una fatídica conjunción de los excesos del hombre sobre los recursos naturales y las consecuencias de los excesos de un amor prohibido. Los secretos muy guardados de experiencias traumáticas habían producido de un lado un efecto de privación y aislamiento y del otro  los secretos que debían ser guardados y no lo fueron habían dejado el saldo de una muerte y algo más que muchos cristales rotos.

Dos damnificados del horror: ella aislada de los ruidos, habitada por voces infantiles y el recuerdo de la crueldad de las  voces susurradas al oído en cuerpos desangrándose, él en un mundo de sombras y remordimientos  en un cuerpo casi inválido. En pocas palabras una historia -donde una sorda y un ciego  sanarán sus heridas en un amor casi previsto- podría ser tal vez un cliché si no tuviéramos en cuenta algunos señuelos puestos por Coixet para ir tras ellos cuando los años y el olvido también se las ensañaran con este documento de una historia que se repite incesantemente.

El seductor título del film invita  a verlo esperando conocer ¡¡el secreto de la vida de las palabras!! , esto nos puede llevar -en un juego de espejos y puertas giratorias -a un equivoco tras otro si lo que nos guía es la búsqueda de algún sentido en él.

El giro poético que Isabel Coixet elige como título  para este film pudo bien haber sido el atajo que tomó para no llamarlo “Viaje directo al corazón de la tortura”[1], 2da parte.

Este film es el correlato del documental que en 2005 filmara entrevistando a damnificados de torturas atendidos por el IRCT[2] , con sede en Copenhague, fundado y dirigido por Inge Genefke, a quien -como el film lo indica en los créditos- está dedicado. Genefke también es el   nombre que le da  a la  plataforma petrolera, base a la que puebla de un puñado de personajes solitarios y paradigmáticos, entre ellos  un oceanógrafo  ecologista que cuenta olas y sueña con purificar los mares, un cocinero slow food, un nostálgico de su familia junto a una oca huérfana y una planta mustia, en fin un grupo de hombres que  tratarían  a la joven protagonista respetuosamente. Podría aquí decirse que Coixet quiere dejar en claro algo que diría luego de filmar el documental de marras

“…hemos descubierto algunas –pocas- cosas. La más importante es que, pese a que la crueldad, el odio y la maldad parecen inherentes a la naturaleza humana, el valor, el coraje y la generosidad también lo son".[3]

Los personajes de este film construidos con los ingredientes de los testimonios del documental y las enseñanzas del IRCT, hablan de la culpa y la vergüenza propia de los sobrevivientes de los campos de concentración, de su necesidad de estar ocupados permanentemente para que los recuerdos traumáticos no los invadan  y del entrenamiento que reciben para sacar la ira por la vía de la voz incluyendo gritos y descargas motoras.

Del documental  del que es directora, guionista,  y al que ella misma narra  dice, en referencia a las personas que han pasado por experiencias de tortura….

¿Qué pasa después de que alguien ha pasado algo como eso? Cómo se sobrevive, si es que se sobrevive... Además de la justicia, que me parece básica, la única cosa que se me ocurre para que alguien sobreviva a todo eso es que alguien le quiera, es el amor. Después de todo hay muy pocas cosas, silencio y palabras".

De este mismo modo    “La vida secreta…”  con una enigmática voz  de niña- que acompañará algunos momentos de la película y reaparecerá al final para despedirse- abre sobre un fondo de fuego y mar con estas palabras:

“En el fondo hay tan pocas cosas ... millones y millones de litros de agua ... rocas ... y gas ... afecto ... sangre ... cien minutos, mil años ... cenizas ... luz ... ahora ... ahora mismo ... hace un rato.
¿Os lo he dicho antes, verdad? Hay muy pocas cosas... silencio... y palabras”.

Entonces bien podemos pensar que Isabel Coixet va tejiendo entre uno y otro film, entre uno y otro documental  y  en sus escritos algunas respuestas, algunas salidas a sus propios interrogantes, a su propio encuentro con lo real.

Esta versión un tanto edulcorada de una sobreviviente de la Guerra de los Balcanes, cumple también con el objetivo de dar a conocer el IRTC fundado en 1982 , con 200 centros en todo el mundo y también rescatar del olvido esa guerra que como dice Julie Christie personificando a Inge Genefke- a quien se le parece notablemente por cierto- quieren salvar del olvido y cita a Hitler quien  había pronosticado el olvido para las atrocidades de su régimen como lo que había sucedido con el millón de armenios muertos en la guerra.

Ahora bien la pregunta acerca de por qué Coixet elige narrar esta historia de este modo tal vez encuentra también respuesta en otro de sus films: “A los que aman”[4] comienza con estas palabras
 
“Dicen que a través de las palabras, el dolor se hace más tangible. Que podemos mirarlo como a una criatura oscura. Tanto más ajena a nosotros cuanto más cerca la sentimos. Si uno de estos pequeños granitos enferma, el resto del organismo enferma también. Pero yo siempre he creído que el dolor que no encuentra palabras para ser expresado es el más cruel, más hondo… el más injusto”.

¿Podría estar allí el secreto de contarse los secretos? ¿Sanar heridas, hacer del dolor algo menos cruel, menos hondo?

Algo de eso sugiere el film en escenas que tal vez tenga para los críticos de cine una resolución un poco apresurada, forzada, donde una mujer sale de atrás del muro insípido y mudo que la resguardaba por la vía de nuevos  sabores y secretos revelados.

Ahora bien ¿qué enciende la chispa del amor entre ellos?

¿Las heridas, el encuentro entre dos sobrevivientes, contarse la crueldad de los peores momentos de su vida? “Si fuera así, si fuera sólo así, sólo los uniría el espanto, digamos el goce o ¿hay algo allí de lo inesperado del encuentro entre un hombre y una mujer que se produce en la vía fantasmática del erotismo que Coixet tan bien indica  en “La vida secreta de las palabras”- podríamos decir aquí- palabras de  amor?

Mientras las cartas de amor de una monja portuguesa[5] le indican que ese hombre- al que roza con sus curaciones en su cuerpo herido, al que auxilia en sus necesidades básicas- sabe del amor a una mujer, ella escucha reiteradamente la voz de otra mujer que lo llama y que lo ama. Hanna se enciende y se apaga para elegir qué y cuando escuchar, Hanna deja poblar sus oídos de otras palabras: las de esa mujer desconocida y las palabras que él le dice y le insinúa desde el primer contacto. La mención de esas cartas del siglo XVII cargadas de una pasión abrasadora y de un  amor imposible van levantando los colores de la mejilla de la blonda, nórdica protagonista y seguramente acelerando su pulso.

Cora, él la llama misteriosamente Cora  y luego le relatará una versión propia del maravilloso cuento de Cortázar[6], de un joven que se enamora de su enfermera que lo acompañará hasta morir.

Dos cuerpos heridos que se rozan donde las envolturas de lo real se van tejiendo entre gasas, jabones de almendra, palabras de amor. Entonces, es allí donde a Hanna y a Joseph los une el amor y no el espanto.

 Coixet en la 2da parte de su documental elige  una ficción, otra ficción, Coixet sabe que todo es ficción, para eso también escribe  “La vida es un guión”[7].

En un intento de tratar lo real, el universo  de Isabel Coixet está poblado de palabras, dueña del guión de  casi todas sus películas, su prolífica producción incluye una productora, documentales, una columna [8] en El periódico de Catalunya y un puñado de libros.

 “¿Esto es todo?, ¿matar el tiempo antes de que el tiempo te mate a ti?, ¿esto es todo? "

 Se pregunta Coixet en el film a través de uno de sus personajes y su respuesta no se hace esperar, ya estrenó otro film “Ayer no termina nunca” acerca de Madrid en el 2017, ¿intento de respuesta a la debacle y el deterioro europeo de estos días?.

De que “Escribir no sirvió para nada[9] se lamenta el casi centenario escritor esloveno Boris Pahor,  sobreviviente del holocausto. No sirvió para impedir que las guerras y el horror se repitan, sin embargo  para algunos, quizá él mismo, haya sido una vía para intentar tramitar ese real.

Coixet parece uno de los que conocen el arte y el oficio, el “savoir faire”[10] de ese secreto y quizá haya en  ello una invención.



[1] “Viaje al corazón de la tortura” Documental realizado en 2003 Dirección Isabel Coixet
[2] IRCT Internacional Rehabilitation Council of Torture victims
[3] http://documentales.blogspot.com.ar/2005/10/isabel-coixet-me-obsesiona-cmo-tras.html
[4] Film dirigido por Isabel Coixet, guión Coixet-Joan Potau1998-España http://www.youtube.com/watch?v=ZXVvUbvR8LQ
[5] Sor Mariana Alcanforado “Cartas de la  portuguesa” 1669 http://www.cartas.org.ar/Publicadas/Monja%20portuguesa/pub-alc-aaa.html
[6]  Cortázar, Julio “La Señorita Cora” en Todos los fuegos el fuego
[7] Coixet, Isabel, La vida es un guión, El Aleph, Madrid 2004
[8] “Mi hermosa lavandería” columna dominical de El periódico de Catalunya
[9] http://www.revistaenie.clarin.com/literatura/Boris-Pahor-Escribir-sirvio_0_980301972.html
[10] Lacan, Jacques El Seminario ,Libro 23, El sinthome, Paidós Buenos Aires,2005.Pág. 59